Salud

La raíz de todo bien crece en la tierra de la gratitud.

nov / 27 / 2025

Aunque el Día de Acción de Gracias tiene su origen en la llegada de los colonos europeos a Norteamérica, hoy en día muchos países han adoptado esta celebración durante el mes de noviembre.
Uno de sus significados más importantes es, como su nombre lo indica, la gratitud. Es una ocasión para agradecer por la familia, los amigos y por todo lo bueno que tenemos. Las celebraciones suelen centrarse en reuniones familiares o con amistades y, en ocasiones, se acompañan de prácticas de agradecimiento y actos de caridad.

Dentro de esta celebración, yo añadiría un agradecimiento especial por la SALUD. Entendida en un sentido amplio, la salud abarca el bienestar físico, mental y social de cada ser humano. Es un bien preciado que, curiosamente, solemos valorar más cuando lo perdemos. Damos por hecho estar sanos: a veces enfrentamos un cuadro gripal o estomacal del que salimos adelante con un medicamento o una consulta médica. Es algo pasajero. Pero hay quienes deben recorrer un largo y arduo camino para recuperar su salud.

En Casa de la Amistad nos sobran motivos para estar agradecidos. Todas y todos quienes la conformamos compartimos no solo un espíritu generoso o una inclinación al servicio; también una actitud profundamente humana que se activa y fortalece ante situaciones de conflicto. Cada día enfrentamos desafíos al brindar, con todos nuestros recursos humanos y económicos, apoyo para que las niñas y los niños que se albergan con nosotros recuperen su salud.

Y, aun así, muchas veces sentimos que somos nosotros quienes debemos agradecer a cada niña, niño y familia por la confianza que depositan en la institución: por esas caritas felices que nos confirman que estamos haciendo bien nuestro trabajo; por esas cartas donde los padres expresan su gratitud; por el apoyo invaluable de los donantes, sin quienes sería muy difícil alcanzar todo lo que deseamos para nuestras niñas y niños: su SALUD.

En Casa ocurre un fenómeno muy especial: las niñas y los niños son tan conscientes del apoyo que reciben, que lo replican en su vida diaria:

“Estoy contenta porque en la Casa de la Amistad me tratan muy bien y me quieren mucho… No me gusta usar gorrito, pero como está corto mi pelo, pues me lo pongo. En mi casa también estoy contenta porque me cuidan y me tratan muy bien… De grande quiero ser Maestra o Monjita para ayudar a los niños enfermos.”
Dulce, 7 años. Oaxaca

“…solo me resta agradecer y hacer realidad la petición de X, que es difundir su mensaje y su historia… X se inscribió a primer año de Telesecundaria y tiene la firme convicción de seguir estudiando para ser profesionista; ella dice que quizá sea Doctora o Maestra…”
Maestra de X. Oaxaca

“Hola, soy mamá de Braulio. Mi hijo tiene la enfermedad de No Hodgkin y estoy enormemente agradecida con Casa de la Amistad por proporcionarnos los medicamentos para mi hijo. No tengo nada más que decir que gracias y mil gracias.”
Mamá de Braulio, Dulce

“Hola, yo soy una niña de Casa de la Amistad y voy a cumplir 8 años en vigilancia en diciembre. Saben que espero visitarlos pronto. Gracias por todo el apoyo que me dieron.”
Laura

“Les estoy muy agradecido por haberme apoyado con el cáncer. No sé si me recuerden, pero todos estos años han sido muy felices para mí gracias a ustedes. MUCHAS GRACIAS.”
Jair Eduardo

No podemos olvidar el bien que recibimos de quienes atendemos en Casa, y la mejor manera de corresponderles es con nuestro trabajo y un enorme ¡GRACIAS!

“La raíz de todo bien crece en la tierra de la gratitud.”
Dalái Lama

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